La fiesta que se remonta al año 1644, cuando se fundó la ciudad, se ha transformado con el paso del tiempo sin renunciar a la esencia española de sus primeros pobladores. Carros alegóricos, comparsas, artesanías, y el desfile de “Manolas” -mujeres que acostumbraban acompañabar a los toreros antes de la fiesta brava-, son solo algunos de los atractivos que la celebración actual ofrece.

Simultáneamente, la también primera ciudad oficial del estado, realiza una feria que culmina el 9 de febrero, la cual contabilizó en su última edición (2020) 16,100 personas. En esta ocasión se estima una afluencia que podría alcanzar las 13, 000 personas. Actualmente el Pueblo Mágico mágico dispone de 8 hoteles y dos más que alistan su apertura, con lo que el destino pretende generar una mayor derrama económica e incentivar a los viajeros a que su permanencia se prolongue.